Emprendimiento es un término usual hoy en día, por eso cuando lo escuchamos pensamos inmediatamente en grandes nombres del mundo emprendedor, casos de éxito, con acceso a financiamiento a través de diversos capitales y perfiles exitosos en Instagram.

Pero ¿qué pasa con el término microemprendimiento?.  Pese a lo que podría creerse, en Chile existen 2.057.903 personas microemprendedoras, equivalentes al 97% de los emprendedores en Chile (según encuesta EME VI). 

 

¿Qué es un microemprendimiento?

Según el Servicio de Impuestos Internos, en Chile una microempresa corresponde a una entidad productiva que posee, como máximo, diez trabajadores y que, anualmente, no supera las 2.400 UF en ventas. Según los parámetros del SII, dentro de la categoría de microemprendimiento nuestros emprendedores se encuentran dentro del primer tramo (Micro 1) de las sub categorías con ingresos bajo los 240 UF anuales.

Más allá de la categorización formal del concepto,  lo cierto es que nos encontramos ante una realidad aún más lejana a la definición.

 

Microemprendimiento en Fundación Banigualdad

En Fundación Banigualdad entendemos por microemprendimiento aquellas actividades económicas iniciadas por personas en pos de la subsistencia y el desarrollo de un grupo familiar, y que son desarrolladas, en un gran porcentaje, de manera informal, con herramientas básicas y sin capacitación, pero que persisten en el tiempo a través de la reinvención, resiliencia y ganas de salir adelante.

Con esta definición nos alejamos de los conceptos de innovación o tecnología,  tan fuertemente arraigados a la idea del emprendimiento que nace de la oportunidad (**). Así, concentramos nuestra atención en los negocios básicos, basados en oficios y habilidades de las personas que lo ejercen basados en la necesidad (*).

Fundación Banigualdad trabaja por el micro emprendimiento, porque el apoyo mediante la entrega de herramientas, capacitación, acompañamiento y financiamiento, tiene un gran impacto en comunidades y familias: la formación de microemprendedores genera inserción, empleo y desarrollo económico. 

 

FUENTE: INE, VI Encuesta de Microemprendimiento (EME), 2019.

(*) Incluye a quienes declararon: No logró encontrar un trabajo como asalariado, Fue despedido de un empleo asalariado, Obtener ingresos suficientes para necesidades básicas, Tiene mayor flexibilidad laboral, Responsabilidades familiares y Por razones de salud. 

(**) Incluye a quienes declararon: Deseaba iniciar su propio negocio, Encontró una oportunidad en el mercado, Tomar sus propias decisiones y Expectativas de mayores ingresos.



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